Todo lo que necesitan para robarme la clave del home-banking está acá. Soy Juan Francisco Estevarena, también conocido como Paco y como a.k.a. Brown (lo que es una redundancia ya que “a.k.a.” significa “also known as” o “también conocido como” en inglés). De nacionalidad y personalidad argentina. Nací en 1974, un año fabuloso para la música y para el fútbol. Me crié en la localidad bonaerense de Florida en los ochentas, una década fluorescente que se extendió al menos hasta la publicación de Nevermind de Nirvana, ya bien entrados los noventas. Sobreviví a la adolescencia gracias a tener una guitarra y no tener celular. No quise ser abogado como mis viejos. Me metí a estudiar publicidad para no luchar con números nunca más. Salí sabiendo amar el cine y mentir mejor. Trabajé. Hice música para no trabajar. Me casé, tuve una hija, me divorcié. Fui teenager otra vez a los cuarenta. Hoy tengo novia y un perro. Me gusta creerme que ahora soy mejor padre y pareja. Tengo los parientes y amigos de siempre. También familia y amistades nuevas. Sé que James Bond es Roger Moore, que el Papá Noel de verdad es el de Harrod’s y que a la calle Scalabrini Ortiz se llega preguntando por Canning. Vi a Queen lanzar videoclips. Vi a los rusos ser malos, después buenos y ahora malos de nuevo. Vi a la Argentina levantar la copa las tres veces. Lo normal para cualquier equis de la generación equis.
Paco Estevarena
Escribir
Amo la inmediatez que da el escribir. La rapidez con la que se puede repartir ideas, acelerada por las posibilidades de Internet. Al menos en mi caso, el proceso de creación de música se encuentra en el otro extremo. Pasan siglos entre que compongo un tema o produzco un show y estos llegan a ver la luz. Admiro Envidio a los músicos ágiles. Tal vez por eso empecé a escribir textos breves más seguido. Para satisfacer de modo instantáneo mi necesidad de decir. Aunque siento que en realidad eso lo hago desde siempre. Con la única diferencia de que antes no me tomaba el trabajo de bajar casi nada a papel. Muchas de las cosas que publico acá ya las contaba como anécdotas en reuniones, en distintas mesas, adaptadas al oído de cada público. Así que ahora me resulta fácil redactarlas. Sin embargo, sin ningún registro escrito anterior, muchas se perdieron. Tanto verdades como fantasías. Por eso, al fin me propuse que el escribir sea un ejercicio. Una rutina como la física, con la diferencia de que ésta sí creo que la pueda cumplir.
Mi agradecimiento a Victoria, gran lectora y mejor escritora, que me sugiere ediciones a los textos que siempre son para mejor, aunque yo me enoje cuando me las dice.
a.k.a. Brown Y los Reservoir Songs
Desde 2012 soy productor y músico de Reservoir Songs, el espectáculo de rock inspirado en las bandas de sonido de Quentin Tarantino. Como proyecto, combina mi vocación musical con mi afición cinéfila. Gracias a la música pude viajar y tocar en varios de los mismos lugares donde actuaron los rockstars de los pósters de mi pared adolescente. A veces incluso compartir escenario con algunos de ellos. Pude grabar un disco de canciones originales y, por momentos, tener una agenda de varios shows por semana. Cada tanto, darme el gusto de tocar un par de temas en radio o en tele y de paso caradurear crítica de cine. En 2022 la banda estuvo parada por éxodos y viajes personales. Pero prefiero pensar que en realidad fue el primer recreo en diez años, que fue buscado. A veces hace falta descansar hasta de lo que uno ama para disfrutar más de la vuelta.